Botánica

La botánica se encarga del estudio de las Plantas, las cuales podemos clasificar en 2 grandes grupos: Las vasculares y las no vasculares.

PLANTAS NO VASCULARES

Son las que carecen de vasos para la conducción de fluidos, son  acuáticas o de ambientes terrestres muy húmedos, entre ellas se incluyen los Briófitos (musgos), con más de 1.000 especies en Costa Rica, que aparecen en gran variedad de ecosistemas y crecen de forma epifita sobre ramas y troncos de árboles, rocas o sobre el suelo. 

PLANTAS VASCULARES

Poseen tejidos conductivos y se diferencian dos grupos, las que se reproducen por esporas, entre las que cabe destacar a los Helechos, con más de 1.000 especies en Costa Rica y las que se reproducen a través de semillas, como las Coníferas, pinos y cipreses, entre ellas el cipresillo lorito que vive en las tierras altas de Talamanca, y las Antófitas que agrupa a todas las plantas que producen flores y se distingen 2 grupos, las Monocotiledóneas y las Dicotiledóneas, en las que las semillas tienen dos cotiledones.

Las Monocotiledóneas cuentan con más de 2.900 especies en Costa Rica, entre ellas la familia más representada son las Orquídeas, con más de 1.300 especies en los bosques muy húmedos y lluviosos, la mayoría son epifitas, viven en árboles o en rocas que les sirven de apoyo y algunas son terrestres. Se distinguen por la complejidad de sus flores, que varían desde menos de 1 mm. hasta los 15 o 20 cm, y sus llamativos colores. Florecen una sola vez al año y pueden permanecer abiertas desde un día hasta más de tres meses. Los tallos se hallan engrosados en la base formando pseudobulbos que sirven para almacenar agua y nutrientes, y sus raíces, aéreas, se encargan de captar los nutrientes que la planta necesita, además de servir como elementos de fijación. Su pluralidad de formas atrae a una variedad de insectos, así como a pájaros y murciélagos.

Otra familia de epifitas muy característica son las Bromeliáceas, muchas de ellas endémicas, se caracterizan por tener las hojas alineadas en espiral superpuestas formando una roseta en la base que almacena agua de lluvia en su cavidad central y son utilizadas por muchos animales como hábitat y lugar de reproducción. Las hojas son serradas, cóncavas y puntiagudas, cubiertas por una especie de escamas en su superficie que recogen agua y minerales, por lo que las raíces han perdido esa función y solamente sirven para anclaje. Las inflorescencias son en ramillete o espiga, las flores son polinizadas por insectos, pájaros, ocasionalmente murciélagos y raramente por el viento.

También destaca el orden de las Zingiberales o platanillas, entre las que se encuentran las Musaceas con unas 40 especies repartidas en 3 géneros (Musa, Musella, y Ensete), las de mayor importancia económica son las que dan la banana y los plátanos para alimentación. Las Heliconiaceas miden de 1 a 7 metros de altura, de hojas simples, producen inflorescencias al final de cada tallo o en la base de la planta de colores rojo, amarillo o anaranjado, y flores nectaríferas que atraen al colibrí, con el que se asocian estas especies para la polinización. Las Zingiberáceas poseen largas hojas y grandes inflorescencias de vistosos colores y formas diversas que son principalmente polinizadas por insectos, abejas, polillas, mariposas y pájaros. Muchas tienen valor como especias, entre ellas el jengibre, la cúrcuma y el cardamomo, y otras ornamentales. Las Marantáceas (calateas) son plantas herbáceas y perennes, provistas de rizomas o tubérculos, son un poco parecidas a algunas heliconias, pero se distinguen porque las hojas dispuestas en dos hileras tienen fibras perpendiculares a las venas que las hace difíciles de rasgar, algunas cierran sus hojas durante la noche. También están las Cannaceas (cannas y chirillas) y las Strelitziaceas (aves del paraíso). 

Otro familia son las Aráceas, plantas herbáceas que pueden ser terrestres, arborescentes o enredaderas con raíces aéreas, epífitas o acuáticas flotantes, como los lírios de agua. Se distinguen por su inflorescencia característica que a veces hace creer que se trata de la flor, la cual produce un fuerte olor que atrae a sus polinizadores, escarabajos, moscas y abejas. Muchas se usan como ornamentales, otras son usadas por los indígenas como medicinas y para obtener fibras de las raíces. En el Caribe cabe destacar los Filodendros (Philodendron ) nombre que procede de las palabras griegas ¨phileo¨, amar, y ¨dendron¨, árbol, son arbustos ó árboles pequeños capaces de trepar sobre otras plantas o el tronco de un  árbol, las hojas son generalmente grandes, a menudo lobuladas o hendidas, como la mano de tigre o el tiquizque. Los Anthurium o Aros cuentan con hojas gruesas, ovales, en forma de corazón, punta de flecha o incluso en forma de mano, sus flores están rodeadas por espatas, una especie de vela que puede ser rojo, amarillo, verde o blanco que rodea el espádice, influerescencia cilíndrica formada por pequeñas flores que se agrupan alrededor de un eje central. Las Calas (Zantedeschia), son un rizoma herbáceo semi acuático con hojas de bordes ondulados, aguzadas hacia la punta y con la nervadura central bien pronunciada, la inflorescencia es blanca, amarilla o rosa y sus espatas semejantes a pétalos rodean el espádice, es decir, el órgano floral erecto, de color amarillo. 

De la familia Malvaceae sobresalen los Hibiscus, desde arbustos a árboles de pequeño porte, con hojas alternas, simples, ovaladas o lanceoladas, con borde serrado o lobulado. Las flores son largas, con forma de trompeta, con cinco pétalos, de tonos blancos a rosas, rojos, morados o amarillos. 

De la familia de las Poaceas son la caña de azúcar, el maíz, el arroz, los cereales y el Bambú (Bambusoidae),  muy abundante en el Caribe, pueden ser plantas pequeñas de menos de 1 m. de largo y con los tallos de medio centímetro de diámetro hasta gigantes de unos 25 m. de alto y 30 cm. de diámetro. Debido a su liviandad, forma y resistencia es un producto natural noble, renovable y sostenible como materia prima para la construcción. 

Las Palmeras son plantas arbóreas de la familia Arecaceae o Palmae que portan un penacho o rosetón de hojas en la parte superior de un tallo generalmente único y no ramificado. Se clasifican en dos grupos según la hoja: las de tipo palmado, en abanico y las pinadas, tipo plumas de pájaro. Son de gran utilidad para los habitantes de los trópicos, en muchos casos, son imprescindibles para su supervivencia debido a que sirven como alimento y se utilizan su madera y sus fibras para hacer casas, techos o cestos entre otros.

Las Dicotiledóneas cuentan con casi 6.000 especies, que incluyen árboles, arbustos, hierbas y bejucos, y se diferencian de las monocotiledóneas en que las semillas tienen dos cotiledones. Las copas de los árboles gigantes forman el dosel, donde se desarrolla la mayor parte de la vida en los bosques tropicales. Entre los que sobresalen en el Caribe desctamos: el Almendro de Montaña (Dypterix panamensis), que proporciona alimento y refugio a la lapa verde y ésta a su vez es un importante dispersador de sus semillas, formando una relación ecológica muy estrecha y delicada. La Ceiba, que puede alcanzar hasta 80 metros de altura y más de 4 metros de diámetro en la base del tronco, recto y cilíndrico de corteza lisa, con enormes y corpulentas gambas o contrafuertes. Es considerado un árbol sagrado entre algunas étnias indígenas. 

El Jabillo, inconfundible por su tronco grueso y columnar, con una corteza de color gris claro repleta de púas o agujones negros y cortos curvados hacia arriba a modo de espolones. Sus frutos en forma de mandarinas  al madurar y secarse explotan ruidosamente lanzando las semillas a grandes distancias. Habita principalmente a orillas o muy cerca de ríos o quebradas. La Caobilla es un árbol de las llanuras de la zona atlántica al que le gusta crecer en lugares muy húmedos, puede llegar a crecer hasta más de 40 mts. y en su grueso y recto tronco desarrolla gambas o raíces tabulares. Esta especie ha sido comúnmente utilizada por su madera de color rojizo.

El Gavilán es muy  común en el bosque húmedo de las bajuras de la zona atlántica, posee un tronco grueso de hasta poco más de un metro de diámetro, de color oscuro, con gambas poco desarrolladas y ramas gruesas que sostienen a una copa bastante densa, formada por cientos de hojas compuestas por diminutos foliolos los cuales se cierran en la noche, característica que se denomina nictinastia.

Fotografias de Paco Salmerón

Texto de Juan Carlos Lorite y Paco Salmerón