El Calipso Limonense
Desde de la redacción de Caribbean Way hemos querido hacer este reportaje sobre el Calipso limonenese por su importancia y por el aporte que este género musical a dado a la identidad y a la cultura afro descendiente de Costa Rica. Queremos conocer su historia y cómo esta manifestación musical paso de ser algo casi marginal a convertirse en seña de identidad nacional, lo que llevó al calipso limonense a ser declarado en el año 2.012 como ¨Destacada Expresión del Patrimonio Cultural Inmaterial Afro Descendiente de Costa Rica” por el Ministerio de Cultura.
Para la población negra de la provincia de Limón el Calipso representa una expresion musical auténtica y viva, heredada de sus antepasados y transmitida como reflejo de su identidad cultural y social tras los acontecimientos que a lo largo de la historia se dieron en Limón, una forma de enlazar el pasado y el futuro a través del presente, promoviendo el diálogo entre culturas y el respeto por la diversidad étnica.
Si nos remontamos a sus origenes el Calipso ó Kaiso es el nombre de un género musical que nació en Trinidad y Tobago. Empezó su andadura entre los esclavos como un noticiero cantado, como la única forma de comunicación debido a la prohibición que tenían de hablar entre ellos durante la opresion colonialista. Al caer la noche en las plantaciones, el Chantuelle, especie de trovador, cantaba todo lo que había sucedido durante el día, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, también se pasaban recados, recetas, mensajes de amor y noticias de familiares.
El Kaiso o Kariso de Trinidad se extendió por las Antillas, Venezuela, las islas de San Andrés y Providencia en Colombia y gran parte de la costa caribeña centroamericana, y pronto empezó a hacerse muy popular. Sería en el año 1.914 que sale al mercado el primer vinilo de este género musical. Sus músicos salen a otros países y se mezclan con otros artistas que practican estilos tan diversos como el Jazz o el Ragtime y son influenciados e influyen en ellos. Fué en esta época, debido a un error de la prensa estadounidense que no es capaz de pronunciar y escribir correctamente Kaiso o Kariso, que el nombre de Calypso salta a los titulares como nombre genérico para este estilo de música.
En Costa Rica el Calypso, o Calipso, entró por el puerto de Limón en el año 1.871 de la mano de los trabajadores de etnia negra originarios de Jamaica, Barbados y Saint Kitts, contratados para la construcción del ferrocarril que uniría la costa caribeña con el Valle Central, y se arraigó con fuerza en los sectores mas populares de esa población afro descendiente que desde entonces se ha encargado de mantener viva la música Calipso y sus melodías en la provincia de Limón.
En realidad, lo que estos trabajadores importan es el Mento Music, una forma de música muy parecida al Kaiso de Trinidad pero totalmente acústica donde manda el Marimbule, una caja de madera con teclas de metal que prácticamente no ha sufrido ninguna innovación tecnológica y es poco conocido fuera del país. El músico limonense empieza a tocar Calipso pero con una diferencia notable, le adapta el tempo del Mento Music, que se adapta mejor a una pequeña banda de tres o cuatro componentes, pequeñas bandas reunidas alrededor del cantante que componía de una manera espontánea poco tiempo antes del concierto o daba rienda suelta a la improvisación.
Durante los primeros años del siglo XX el Calipso limonense experimenta una creciente popularidad, en unos años en los que la música que se oía en las radios de Limón era música de orquestas, Swing, Rumba, Jazz, Ragtime y Bolero, y también algo de calypso, pero el problema para los músicos limonenses de este género es que la clase predominante de la sociedad de la época quería orquestas en sus fiestas, por eso el escenario para el calipso se va restringiendo a playas, bares, cantinas y fiestas callejeras.
Música para la clase obrera, sin demasiado impacto fuera de Puerto Limón. La primera banda en salir de esos límites no lo hace hasta 1.976, El Combo Alegre, que fué contratado para actuar en Los Lechones, un restaurante en San José. Este fué el principio para que otros músicos limonenses viajaran a la capital, el principio de la conquista para artistas como Lenki, con su “Dont stop the carnival”, o como Roberto Kirlew, Buda. O Papa Tun, j. Darkins, con su famoso “Zancudo”.
A los intérpretes de este género se les denomina calipsonians, persona que cuenta chismes, rumores y transmite noticias. La función principal de este género es tratar temas sociales en las letras de sus canciones actuando como críticos, dándoles un enfoque cómico o tratados de manera positiva y burlesca. El calipsonian crea canciones sobre cualquier tema con gran capacidad para improvisar, incluso inventando palabras para hacerlas rimar.
El Calipso limonense es un ritmo contagioso con un claro mensaje de critica social salpicado de humor que invita a quien lo escucha a moverse. Otra caracteristica del Calipso de Limón eran los combates líricos entre los calipsonians, para ver cuál de los dos era el mejor improvisador, durante este enfrentamiento de letras y rimas el calipsonian estaba acompañado de un músico a cargo de la guitarra que le ofrecía el ritmo y el calipsonian se encargaba de rimar palabras y estrofas. En la actualidad estos enfrentamientos se pueden observar en otros géneros musicales como lo es el Reggae Dancehall o el Rap.
Con el paso de los años el Calipso costarricense evolucionó mezclando nuevos ritmos e instrumentos musicales. Esto hizo un Calipso original y único en la zona caribeña de Costa Rica y en América. En la guitarra del Calipso se tocan solo tres acordes en tono mayor. Puede ir acompañado de la gaita, tambores, pandoras, clarinetes, bombos y la armónica, los cuales hacen una excelente combinación en este estilo musical.
Hay dos personajes destacados en la historia y la evolución del Calipso limonenese, Roberto Kirlew, conocido como Buda, y Mr. Walter Ferguson, ¨Gavitt¨, conocido como el Rey del Calipso.
Roberto Kirlew nació en 1.952 en el barrio Cristobal Colón de la ciudad de Limón y sufrió de polio a los dos años de edad, enfermedad que lo dejó inválido. Durante el tiempo que permaneció internado en un hospital de San José aprendió a tocar la armónica y a la edad de siete años regresó a Limón donde afloraría su pasión y entusiasmo por la música Calipso. A Roberto se le conocía como Buda y formó una banda llamada Buda y su Charanga. Sus canciones eran alegres y mezclaba los temas sociales con sus vivencias personales dandole un toque gracioso a cada canción. Llegó a ganar un premio del Ministerio de Cultura por la interpretación de la canción “Black man food”, escrita por Mr. Walter Fegurson. Roberto Kirlew falleció en el año 1.994 a la edad de 42 años, dejándonos un recuerdo imborrable a todos los limonenses.
Walter ¨Gavitt¨ Ferguson nació en el año 1.919 en Guabito, Panamá, aunque pronto tomó la nacionalidad costarricense y se trasladó a Cahuita, provincia de Limón, y hasta el día de hoy sigue siendo el indiscutible rey del género, el “King Calipsonian”. Desde niño ya tocaba la guitarra, la armónica y la dulzaina, a los 20 años compuso su primer calipso, “A Sailng boat”, y como calipsonian formó una banda llamada ¨Los Miserables¨ conformada por cinco personas. Durante estos años Mr. Ferguson, con su inconfundible manera de interpretar, ha creado alrededor de 100 calipsos que con su ritmo y sus letras retratan con sentido del humor e ironía la vida de las aldeas del Caribe Sur. Sus Famosas canciones como ¨Callalloo”, “Carnaval Day”, ¨Cabin in the Water”, “Tacuma and Anancy” o “Black Man Food” no solo están grabadas en la memoria de los limonenses si no que ya forman parte de su historia y de su identidad cultural.
Hoy en día, están surgiendo nuevos grupos con esa chispa, ingenio y espontaneidad, tanto en la forma de tocar como en la de sentir, que se encargan de rescatar y de mantener viva la esencia de este género musical tan nuestro. Artistas como Manuel Monestel o Reynaldo Kenton, también conocido como Shanty, bandas como Calypso Legends, Ashanti y Cahue Vibration de Cahuita, o grupos como New Revelations de Limón o Mekatelyu de San José, que combinan el Calypso con el Ska y otros géneros, están influyendo de una manera muy positiva para que el Calipso, lenguaje musical del Caribe costarricense, con el ritmo y sabor únicos de las gentes de este país, se haya ido adueñando del panorama musical de Costa Rica y poco a poco se vaya extendiendo.
El Calipso limonense debe considerarse como una expresión musical propia de Costa Rica. El Calipso es una evidencia de la riqueza multicultural que caracteriza la región del Caribe, fortalece la continuidad y vigencia del inglés criollo afro limonense, refuerza los lazos de cohesión social y es parte esencial de nuestra identidad. Es por esto que la siguiente aspiración será que la UNESCO incluya al Calipso limonense, al igual que ya hiciera con la tradición del boyero y la carreta en Costa Rica, en la lista del ¨Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad¨, un reconocimiento que enorgullecería mas, si cabe, al pueblo costarricense.
Fotografias de Paco Salmerón y Sophie Andrieux
Texto de Juan Carlos Lorite y Paco Salmerón
Diseño de Juan Carlos Lorite