Cahuita

Cahuita es uno de los destinos del Caribe costarricense que cuenta con mayores atractivos tanto culturales como naturales, donde conocer su caracter afrocaribeño y disfrutar de actividades de descanso y ocio bajo el sol en la playa o de aventuras en la selva, en pleno contacto con la naturaleza y compartiendo con las culturas locales. 

Cahuita ha sido a lo largo de su historia un importante enclave estratégico, durante años en sus bahías de aguas tranquilas fondeaban los galeones de piratas en busca de refugio, también fue el paraíso elegido por los pescadores de tortuga de Panamá y por los indios miskitos provenientes de Nicaragua que a partir de 1.750 llegaban cada año siguiendo la migración de las tortugas marinas e hicieron en sus playas los primeros campamentos, ellos bautizaron el lugar como “Cahuita” que en miskito significa “Punta donde crecen los Sangrillos”, debido a la gran cantidad de estos árboles que crecen aquí. 

No fué hasta 1.828 que el sitio se comenzó a poblar de manera permanente. En ese año William Smith, un afro caribeño que venía cada año de Panamá a cazar tortugas, decidió establecerse con su familia en el lugar. Para finales de ese siglo el asentamiento había crecido hasta unas 20 casas situadas en Punta Cahuita, lugar protegido hoy dentro del Parque Nacional Cahuita.

En 1.915 el pueblo se trasladó a su actual ubicación, esta tierra, conocida como el Bluff,  fué comprada a William Smith por el entonces presidente de Costa Rica y donada a los habitantes del pueblo en agradecimiento por haberlo rescatado de un barco que se hundía. Desde entonces la población se dedicó a la producción en pequeña escala de coco, cacao, agricultura de subsistencia, caza y pesca. Un dato curioso es que la comunidad no tuvo acceso por carretera hasta el año 1.976.

El legado cultural de los cahuiteños es de incalculable valor, su espíritu afro caribeño que lo hace único, su afable carácter y su color de piel heredado de sus antepasados, su cultura rastafari, su lengua ¨patua¨, su música o su arquitectura que nos recuerda su paso por las caribeñas islas de las Antillas, donde adquirieron la influencia británica. Hay que destacar el exquisito sabor de su cocina tradicional que se realiza a base de pescados y mariscos con vegetales y frutos del bosque, cocinados con recetas secretas provenientes de África y las Antillas. Tienes que degustar un delicioso ¨rice and beans¨ acompañado de un pescado en leche de coco, curry y maní, o pollo y carne en salsa caribeña. Sus empanadas picantes ¨patis¨ o dulces ¨platintas¨, o el pan bon, también puedes asistir a un curso de cocina caribeña y aprender sus secretos culinarios.

Al atardecer el corazón de Cahuita late con más fuerzas, locales y turistas pasean por las calles, tiendas, bares y restaurantes. En la noche disfruta de un cóctel bajo los influjos de la luna reflejada en el mar y déjate envolver bajo los acordes del Calypso de alguna banda local encargada de mantener vivo este género de música tan singular y cuyo mayor representante es el cahuiteño Walter “Gabit” Ferguson, que durante décadas a animado con su ritmo las calurosas noches caribeñas.

El pueblo de Cahuita es un claro ejemplo de población que ha dirigido sus esfuerzos y transformado su economía hacia un futuro sostenible, protegiendo y manejando junto al Estado los extraordinarios ecosistemas terrestres y acuáticos que posee este paraíso terrenal, tratando de conservarlos tal y como lo descubrieron los primeros pobladores, siendo hoy día un importante reclamo eco turístico que debemos conservar para las generaciones que vienen y que representa una importante fuente de actividad económica. Su situación actual de prosperidad y la importante presencia del turismo está basada en el respeto por la naturaleza y la conservación de sus tradiciones y cultura. 

PARQUE NACIONAL CAHUITA 

El Parque Nacional se creó en Mayo de 1.978 y protege un área natural de 1.067 hectáreas en tierra, 22.400 ha. en la parte marina y 600 ha. de arrecife coralino. Sus famosas playas de arena blanca, así como sus coralinas aguas con tonos celestes, le han dado fama a este paradisíaco Parque Nacional, uno de los más bellos del país, donde los amantes de la naturaleza podrán adentrarse paso a paso a través de los 7 km. de sendero que lo recorre y se interna en la selva, entre humedales, ríos e idílicas playas. 

Maravillate con el esplendor de la naturaleza y su sorprendente con su flora y fauna, acompañado de un guía naturalista que te interpretará los secretos del bosque tropical y te descubrirá mamíferos, anfibios y aves tropicales escondidos entre la espesura, observarás iguanas, monos, perezosos, tortugas, mapaches, serpientes e infinidad de aves exóticas.  

Disfruta de kilómetros de playas vírgenes, galardonadas con la Bandera Azul Ecológica, donde relajarte, broncearte y bañarte en el mar Caribe, donde tendrás oportunidad de practicar snorkel en uno de los arrecifes de coral mejor conservado del Caribe, donde abundan las esponjas, anémonas y peces tropicales. Para realizar esta actividad debes de ir acompañado de un guía local que te guiará a través de la barrera de coral mostrándote su fabulosa vida submarina. 

Algunos puntos de interés dentro del Parque Nacional son:

Playa Blanca

Playa Blanca nos da la bienvenida en la entrada al Parque Nacional por el acceso del pueblo de Cahuita, es una extensa playa de arena blanca donde inicia el mágico sendero paralelo a la costa que recorre el Parque entre la densa selva, con sus misteriosos sonidos, el concierto de una bandada de aves tropicales, el aullido de los monos congo o una sinfonía de ranas, es el escenario perfecto para practicar deportes acuáticos o relajarse bajo la sombra de un almendro.

Río Suárez

El característico color ámbar del Río Suárez le otorga una belleza singular a este río que da vida a un importante humedal en las llanuras pantanosas del Parque Nacional Cahuita y que sinuosamente desemboca en el extremo Sur de Playa Blanca. Para llegar a este punto lo mejor es caminar unos 30 minutos desde el pueblo de Cahuita.

Punta Cahuita

Uno de los enclaves más paradisíacos de la costa caribeña, playas de arena blanca, piscinas naturales de agua cristalina formadas por arrecifes de coral y un exuberante bosque tropical que dibujan un paisaje de ensueño, repleto de vida silvestre. A Punta Cahuita se accede caminando a través del sendero desde el pueblo de Cahuita o desde el sector Puerto Vargas donde se encuentra la otra entrada al Parque, también se puede llegar en bote desde el pueblo.

Playa Puerto Vargas

Sus finas arenas de color blanco y su costa cubierta de palmeras que se inclinan a un mar turquesa que esconde un fondo submarino lleno de  sorprendentes corales lo convierten en el edén soñado. Esta playa está ubicada en el sector Sur del Parque Nacional y se puede ir caminando por los senderos que recorren el Parque, a unas dos horas de camino desde la entrada de Cahuita y a una hora desde la entrada de Puerto Vargas.

Arrecifes de Coral

Sumergido bajo sus aguas Cahuita protege uno de los arrecifes coralinos mejor desarrollados de la costa caribeña y uno de los más importantes y hermosos de Costa Rica, que se extiende frente a Punta Cahuita, entre el río Perezoso y Puerto Vargas. Cuenta con una biodiversidad marina extraordinaria, compuesta de 35 especies de coral, como el cuerno de alce y los cerebriformes, mezclados con las 128 especies de algas, 140 especies de moluscos, 44 crustáceos y 123 especies de peces de diferentes colores y tamaños, los más llamativos son el pez ángel reina, el isabelita y el pez loro azul, además se encuentran la barracuda, la rémora azul, manta rayas, langostas, morenas, erizos y esponjas que sirven de alimento a la tortuga carey, y 3 especies de tiburones, como el tiburón aleta blanca.

Entre los atolones de interés para bucear o hacer snorkel destacan Coral Perezoso frente al río Perezoso y Coral Eduardo en el sector de Puerto Vargas. Para acceder al arrecife del Parque de Cahuita solo es posible hacerlo en lancha desde el pueblo e irás acompañado de un guía, un paseo en que te sumergirás en diferentes lugares del arrecife, terminando con una visita a la playa de Punta Cahuita donde tendrás tiempo para descansar y refrescarte con agua y frutas que te ofrecerá tu guía. En este punto los amantes de las caminatas pueden comenzar el regreso al pueblo a traves del sendero.

Fotografías de Paco Salmerón

Texto de Juan Carlos Lorite y Paco Salmerón