Un Paseo por la Historia

INDIGENAS DE TALAMANCA

El Caribe de Costa Rica cuenta con una barrera natural que lo separa del resto del país, la Cordillera de Talamanca, tierras habitadas desde hace siglos por diferentes tribus indígenas organizadas en clanes, tribus entre las que había constantes guerrillas por mantener el poder y la supremacía.

A lo largo de la historia Talamanca ha sido testigo de numerosas amenazas, luchas y actos heroicos que han detenido los muchos intentos por dominarla y colonizarla. La dureza de la selva tropical, su clima y sus abruptas montañas, unido a un pueblo fuertemente decidido a no dejarse someter, hizo que los Bribris y Cabécares se mantuvieran fieles a sus creencias, su lengua y sus costumbres.

LA COLONIA

Cuando en el año 1.502 llega Cristóbal Colon a esta costa, en su cuarta expedición a las Américas, la tribu taríaca era la que ejercía el dominio sobre los bribris, cabécares, terrabas y guaymies. Los intentos de los recién llegados de colonizar y extraer el supuesto oro que les esperaba en Talamanca, así como su intento de evangelizar fueron infructuosos debido a la fuerte oposición de las tribus indígenas, que en el año 1.709 bajo el liderazgo de Pablo Presbere se alzaron en lucha expulsándolos y liberando a los indígenas recluidos en las misiones.

Así, durante la época de la colonia los españoles se interesaron poco por la zona del Caribe, dada la dificultad de acceso desde el Valle Central.

LOS PRIMEROS NEGROS EN COSTA RICA

A partir del siglo XVII los colonos se establecen en la costa caribeña, por el área de Matina, y el comercio del cacao se convierte en la base de la economía local, una actividad que traería consigo a Limón otro comercio, el de esclavos. Hombres y mujeres eran traídas de Africa Ecuatorial y Occidental, sobre todo del Congo y Angola, del grupo bantú. Otros fueron los araras del reino Dahomey (Benin), los wolofes (Guinea), los mandinga (Gambia), los puras de Sudan y los ashanti de Ghana.

Sometidos a los mas duros trabajos los africanos siempre acompañaron a los españoles en el descubrimiento de nuevos territorios y en el asentamiento de las primeras poblaciones. Poco a poco fueron ganando su libertad hasta la abolición de la esclavitud en Centroamérica en 1.823, para ese entonces ya se había producido un mestizaje entre negros, indios y blancos, activándose los nexos entre los diferentes grupos étnicos.

PIRATAS Y MISKITOS

La dificultad de establecer puertos y poblaciones en el Caribe por parte de la Corona Española, facilitó que llegaran a esta región los indios de la Misquitia y los piratas y corsarios ingleses, entre ellos el temido Henry Morgan, que encontraron aquí un buen refugio por sus aguas tranquilas y bahías protegidas por arrecifes. Se acercaban a esta costa en busca de botines, saqueaban el cacao de las plantaciones para su venta en Inglaterra y capturaban indígenas para venderlos como esclavos en las plantaciones de caña de azúcar en las islas del Caribe.

Algunos restos de barcos hundidos como los que hay en Cahuita son el testimonio de esa época de piratería. También son numerosas las leyendas de tesoros escondidos y espíritus que los custodian.

LOS PESCADORES DE TORTUGAS

A partir del año 1.750 empezaron a llegar a la costa pescadores de tortuga, provenientes de Bocas del Toro en Panamá y de Nicaragua, siendo unos de origen afro caribeño e indios misquitos los otros. Levantaban campamentos provisionales que se utilizaban durante la temporada de pesca, de marzo a septiembre y sembraban para su subsistencia coco, yuca, plátano y ñame que cosechaban en la siguiente temporada.

En 1.828 uno de esos pescadores, William Smith, decidió establecerse permanentemente en la zona junto a su familia, e hizo de uno de los campamentos ubicado en Punta Cahuita su morada definitiva. A este afro caribeño le siguieron otros que se establecieron a lo largo del Caribe Sur. Muchos llegaron con sus familias y otros se emparentaron con indígenas de Talamanca, comenzando un mestizaje que se mantiene hasta hoy como característica de la población.

En este tiempo todo giraba en torno a la pesca de tortuga a la que arponeaban de pie sobre su cayuco y vendían en Bocas del Toro. A partir de 1.850 fue creciendo el numero de familias afro caribeñas que llegaban de otros puntos del Caribe y a ellos se les unirían después los trabajadores jamaicanos al concluir la construcción del ferrocarril.

LOS AFROCARIBEÑOS Y EL FERROCARRIL

En el año 1.872 se inició en Limón la construcción del ferrocarril que uniría San José con la costa caribeña, un proyecto que requería de mucha mano de obra y resistencia física, por lo que se hizo necesaria la contratación de mano de obra extranjera.

Los primeros inmigrantes llegaron del Caribe, Honduras, Panamá y Belice, pero posteriormente lo harían en mayor numero de Jamaica. El día 20 de Diciembre de 1.872, llegaría el primer navío ¨Lizzie¨ a Puerto Limón procedente de Kinstong con 123 trabajadores para la compañía. Un año después eran 1.000 los trabajadores jamaicanos, en su mayoría de origen ashanti.

La relación existente entre el negro y el Estado era circunstancial ya que en la mente del jamaicano estaba el regresar a su tierra, manteniendo una conexión cultural con su país. Pero al concluirse el ferrocarril la crisis financiera obligó a muchos a quedarse y dedicarse a una agricultura de subsistencia instalándose en pequeñas parcelas a lo largo de la línea férrea. Más tarde llegaría la explotación bananera, trabajo para el que el jamaicano ya estaba habituado. Así el negro antillano echaría raíces en una tierra nueva para el, manteniendo sus costumbres afro británicas y marcando una gran diferencia cultural con el resto del país.

LAS COMPAÑIAS EXTRANJERAS EN TALAMANCA

La llegada de Compañías Internacionales convirtiendo en fincas bananeras los territorios de la baja Talamanca, y sus planes de extraer los recursos naturales de la región obliga a los indígenas de nuevo a mostrar su disconformidad y oponerse a la expropiación de sus tierras, provocando otra rebelión bajo el mando de Antonio Saldaña, último rey de Talamanca, quién murió en 1.910 envenenado en extrañas circunstancias. Los intentos de expoliación se siguieron dando hasta que en 1977, bajo la ley indígena n. 6162, se crearon las Reservas Indígenas de Talamanca, que junto con el Parque Internacional La Amistad, conforman la mayor extensión de áreas protegidas del país.

EL DESARROLLO TURISTICO

A finales del pasado siglo XX se produce una nueva llegada de viajeros y turistas, principalmente de Europa y Estados Unidos, que atraídos por las bellezas naturales y la tranquila forma de vida de sus habitantes encuentran aquí su propio paraíso terrenal y se instalan abriendo pequeños negocios, provocando un nuevo impulso en la economía local y creando lo que hoy es una importante infraestructura turística.

Un desarrollo que trata de ir de mano con el medio ambiente, con la conciencia ecológica de sus pobladores, que han visto que la riqueza de esta región no reside en el petróleo, sino en su rica biodiversidad, que unido a la riqueza étnica de su pueblo hacen tan especial y único el Caribe de Costa Rica.

Fotos de Paco Salmerón y del archivo del Museo Nacional de Costa Rica

Texto de Juan Carlos Lorite y Paco Salmerón